Autor: Adhemar Cuellar
Así que no debemos cansarnos de hacer el bien, porque si no
nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos. Por eso, siempre que
podamos hagamos bien a todos, y especialmente a nuestros hermanos en la
fe. (Gálatas 5,9-10)
En clase de catecismo el Sacerdote les enseñaba diciendo:
-Recuerden niños, uno está en este mundo para ayudar a los demás.
Uno de los niños confundido pregunta:
Padrecito tengo una duda al respecto ¿y para qué están los demás?…
Si usted dedica su vida, su tiempo, su dinero para ayudar a los
demás, al conocer que muchas personas ni siquiera le dicen gracias,
otras tantas son indiferentes, usted puede caer en la terrible tentación
de preguntarse como el niño ¿y para qué están los demás? Esto hace que
muchas personas dejen de hacer el bien, dejan de ayudar al prójimo.
Ante la indiferencia de los demás por unirse a nuestra lucha de hacer
el bien, no tenemos que cansarnos, de ninguna manera debemos dejar de
hacer el bien porque si no nos desanimamos a su debido tiempo
cosecharemos. (Gálatas 5,9)
Acuérdense de esto: El que siembra poco, poco cosecha, el que siembra mucho, mucho cosecha (2da Corintios 9,6)
Mi experiencia en estos años de hacer el bien me ha llevado a experimentar y vivir las palabras de Cristo: “Hay mayor felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20,35)
Un día Gustavo, aconsejaba a su hijo Tavito de cinco años,
reiterándole varias veces: “hay mayor dicha en dar antes que recibir”.
- No te olvides hijo mío “es mejor dar que recibir” le recordaba a su pequeño hijo.
Terminados los consejos para Tavito, sale al parque a jugar con sus
amiguitos, uno de ellos empieza a molestarlo, y terminan peleando. Al
escuchar el alboroto del combate infantil, Gustavo corre y detiene la
pelea. Ya en casa Gustavo reprende a su hijo por la pelea con su
amiguito. Entonces el niño con la inocencia de la edad y apuntando con
el dedo a su papa le dice:
-Tu tienes la culpa papa, tú me dijiste que es “MEJOR DAR QUE RECIBIR”…
Nunca olvidemos hermanos que hay mayor dicha en dar antes que
recibir, por eso sigamos haciendo el bien, continuemos dedicando
tiempo y dinero en el Reino de Dios, continúenos sembrando en la vida
de los demás, sigamos ayudando a los demás.
Oración: Padre bueno, hoy queremos pedirte que renueves en nosotros
el don de la generosidad, regálanos Señor la gracia de poder seguir
adelante invirtiendo tiempo y dinero para hacer el bien, queremos seguir
ayudando a los demás sin desanimarnos. Te pedimos por todos los que se
han privado de mucho, por hacer el bien, que ellos puedan vivir y
experimentar lo que tú nos enseñaste: Hay mayor felicidad en dar que en
recibir” Amen
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